La calidad del semen en los hombres se asocia con su longevidad, según un estudio con casi 80.000 hombres, recientemente publicado en Human Reproduction (Marzo 2025), una de las revistas de medicina reproductiva más importantes del mundo.

El estudio realizó un seguimiento de los hombres durante un máximo de 50 años y descubrió que aquellos con un recuento total de espermatozoides móviles (espermatozoides que pueden moverse o «nadar») superior a 120 millones podían vivir de dos a tres años más que aquellos con un recuento total de espermatozoides móviles de entre 0 y 5 millones. Esta asociación no se explicó por la presencia de enfermedades en los diez años previos a la evaluación de la calidad del semen ni por el nivel educativo de los participantes.

Se trata del estudio más amplio que ha examinado la relación entre la calidad del semen y la mortalidad. La investigación fue dirigida por científicos del Departamento de Crecimiento y Reproducción del Hospital Universitario de Copenhague-Rigshospitalet, en Copenhague, Dinamarca. En el estudio se analizaron datos de 78.284 hombres cuya calidad seminal fue evaluada entre 1965 y 2015. La evaluación incluyó el volumen seminal, la concentración de espermatozoides, la proporción de espermatozoides móviles y la morfología.

Los investigadores sugieren que la mala calidad del semen podría ser un indicador de otros factores subyacentes que afectan tanto la fertilidad como la salud general. Esto podría permitir la detección temprana de problemas de salud mediante la evaluación de la calidad seminal.

Uno de los autores del estudio afirmó:

“Necesitamos comprender mejor la asociación entre la calidad del semen y la salud general de los hombres. Sin embargo, este estudio sugiere que podemos identificar subgrupos de hombres con una calidad seminal deteriorada que, aunque aparentemente sanos, presentan un mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades en etapas posteriores de la vida”.

Por lo tanto, las evaluaciones de fertilidad, que suelen realizarse cuando los hombres son relativamente jóvenes, podrían servir como una oportunidad para detectar y mitigar riesgos de salud a largo plazo.

En un comentario que acompaña al artículo, el distinguido profesor emérito John Aitken, de la Facultad de Ciencias Ambientales y de la Vida de la Universidad de Newcastle, Australia, destaca que se trata de una publicación «histórica» y expone los diversos mecanismos que podrían contribuir a la relación entre la mala calidad del semen y una menor esperanza de vida:

“En este comentario, he destacado varios mediadores potenciales de dicha asociación, incluyendo defectos genéticos en los cromosomas sexuales (X o Y), un sistema inmunitario debilitado, comorbilidades, factores relacionados con el estilo de vida y contaminantes químicos capaces de comprometer la integridad telomérica. Dada la complejidad de estos factores, podríamos preguntarnos si actúan de forma independiente o si reflejan la existencia de algún proceso patológico fundamental que atraviesa todas estas vías epidemiológicas”.

El profesor sugiere que un proceso llamado estrés oxidativo podría estar involucrado. Se trata de un desequilibrio en el organismo entre moléculas llamadas «radicales libres» y antioxidantes, los cuales inhiben la oxidación. Se sabe que los radicales libres dañan las células e influyen en la calidad del semen, al igual que el estrés oxidativo está implicado en el proceso de envejecimiento.

“Una hipótesis general del estrés oxidativo también concuerda con la observación de que los niveles circulantes de antioxidantes son generalmente más altos en las mujeres que en los hombres, al igual que sus telómeros suelen ser más largos… Así que, tal vez, para ambos sexos, el secreto para lograr una alta fecundidad y un envejecimiento saludable sea monitorear el estrés oxidativo y adoptar medidas para mantener un estado redox equilibrado. ¿Podría ser así de simple? Claramente, mucho material para la reflexión”.